El principal objetivo de la dermatología se centra en la prevención, diagnóstico precoz y tratamiento de enfermedades graves como el melanoma, muy poco frecuente -un 4% de los cánceres de piel-, pero muy mortal -alrededor del 80% de los casos-, sin perder de vista otros cánceres cutáneos no melanocíticos, como los tumores basocelulares y espinocelulares, la psoriasis, o la dermatitis atópica, que ataca al 15%-25% de la infancia.
También, y no con menos intensidad, trata las consecuencias de las infecciones que causan los virus, bacterias, protozoos y ectoparásitos, ya que solo el papilomavirus (VPH), que se transmite en relaciones sexuales de riesgo, causa casi el 100% de los cánceres de cérvix o cabeza de cuello de útero, el 90% de los cánceres anales, el 40% de los cánceres de pene o vagina y 12% de los casos de cáncer orofaríngeo.
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