Trasplante capilar: todo lo que necesitas saber con el Dr. Eduardo López Bran

La alopecia, conocida como la pérdida progresiva de cabello, es una de las afecciones crónicas más comunes en el mundo, afectando tanto a hombres como a mujeres. Según las estadísticas globales, el 50 % de los hombres mayores de 50 años presentan calvicie, mientras que en las mujeres el adelgazamiento capilar se vuelve más frecuente a partir de los 69 años. El Dr. Eduardo López Bran, director de Clínica Imema y jefe del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico San Carlos, comparte su experiencia y  resuelve algunas de las cuestiones más frecuentes sobre el trasplante capilar.

¿Cuándo debe preocuparnos la caída capilar? 

No debemos alarmarnos con la caída del cabello. La caída de pelo es normal, sin embargo, cuando hay un problema de alopecia, esta pérdida del cabello se acentúa, y el pelo se vuelve más fino, menos pigmentado y crece menos. 

Será necesario consultar a un dermatólogo cuando el número de cabellos que se pierde en la ducha o al peinarse supera la cantidad normal de manera prolongada en el tiempo. 

¿Lavarse el pelo a menudo hace que se caiga más el pelo?

Uno de los mitos más extendidos es que el lavado frecuente del cabello contribuye a la pérdida de pelo. Sin embargo, esta creencia es falsa. Durante este proceso únicamente se desprende el pelo muerto, es decir, si te lavas el pelo una vez a la semana vas a perder 700 pelos, 100 por 7. Mientras que si te lo lavas una vez al día, perderás 100 pelos. 

¿Todo el mundo puede hacerse un trasplante capilar?

No todo el mundo es apto para esta intervención. Es fundamental que el candidato tenga una zona donante con recursos. Si el paciente tiene una zona donante escasa con pelo fino y su cuero cabelludo no tiene espesor, hay muy pocas probabilidades de que sea un trasplante exitoso. Por otro lado, si el paciente dispone de una buena zona donante y un cuero cabelludo con espesor suficiente, el resultado será satisfactorio.

¿En qué consiste la intervención?

El trasplante capilar es un procedimiento laborioso y complejo para el que se necesitan profesionales con experiencia y equipos bien organizados en un entorno clínico seguro.

El primer paso en un trasplante es la preparación del paciente, que incluye confirmar que se encuentra en buen estado de salud mediante una historia clínica detallada, una evaluación preanestésica y, si es necesario, una analítica previa. 

La intervención dura entre cuatro y seis horas, y se realiza con anestesia local. Asimismo, se administra un sedante para garantizar que el paciente esté cómodo, tranquilo y bajo la supervisión de un anestesista.

Después de acordar previamente con el paciente el diseño de la zona receptora, se procede con el trasplante. Por lo general, se realiza un rasurado completo y se inyecta suero bajo la piel de la zona receptora para distenderla, lo que permite implantar un mayor número de unidades foliculares por centímetro cuadrado. Esto es crucial para lograr una mayor densidad, especialmente en las áreas frontales.

Posteriormente, se extraen las unidades foliculares de la zona donante. Una vez completada la implantación, el paciente puede regresar a casa y, al día siguiente, vuelve a la clínica para el lavado de la zona tratada. Se le proporcionan todas las instrucciones necesarias para el cuidado posterior y se lleva a cabo un seguimiento continuo para garantizar el éxito del procedimiento.

¿Por qué el pelo trasplantado no se cae?

El Principio de la Dominancia Genética establece que el cabello de ciertas áreas donantes, como la franja que va de una oreja a la otra en los hombres y la nuca en las mujeres, no está genéticamente predispuesto para caerse. Esto se debe a que los folículos de estas zonas carecen de receptores para la enzima 5-alfa reductasa.

Avances en terapia celular para la regeneración capilar

Junto al equipo del Hospital Clínico, específicamente en el servicio de Dermatología, con la Unidad de Terapia Celular, la Sala Blanca y el Servicio de Medicina y Cirugía Experimental, el Dr. López Bran inició un ensayo de investigación en el cual se utilizan células madres mesenquimales derivadas del tejido adiposo. 

Una vez extraídas, estas células se replican en la sala de terapia celular, donde se generan millones de ellas. Combinadas con un otro producto adicional, parte de una patente internacional que tienen en marcha, estas células se inyectan en un modelo experimental: ratones a los que previamente se les ha inducido alopecia. Actualmente, están evaluando si estas intervenciones logran promover el crecimiento del pelo. Los resultados, que parecen prometedores, podrían anunciarse pronto.

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